martes, 1 de enero de 2008

niño

Debo agradecerte, niño,
que me hayas dibujado una sonrisa en el rostro
que me hayas cantado una canción al oído
que me hayas acariciado sin yo quererlo
Porque con tu vida, niño,
has cicatrizado mi herida
has curado ese amor enfermo
que me mantenía triste y vacía
Porque hasta ahora, niño,
yo no conocía la luz del día
y entre tinieblas de espanto
mi corazón latía.
Hasta ahora pensaba, niño,
que el amor era lucha
que la lucha pasión,
y la pasión, rebeldía.
Debo agradecerte, niño,
que llenes mis noches y alargues mis días
que des brillo a mis ojos y color a mis pupilas
que disipes mis dudas sobre la vida.
Porque a tu lado, niño,
se detiene el tiempo al segundo
las otras personas desaparecen
y se convierte en solo tú mi mundo.
Porque junto a ti, niño,
siento un hormigueo en los brazos,
un terremoto sacude mi estómago
y el sudor impregna mis manos.
Ahora ya comprendo, niño,
que el amor es otra cosa,
que el amor no duele,
sino que hechiza el alma
y vuleve tontos a los inteligentes.

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