sábado, 22 de noviembre de 2008

la anciana

La anciana, ataviada con un abrigo largo y un fular alrededor del cuello, para tapar las arrugas de su piel, le preguntó al muchacho que se detuvo junto a ella en la parada del autobús:
-Joven ¿qué necesito para ser una princesa?
El chico miró a la extraña sorprendido, y se encontró frente a unos ojos claros, diminutos, y una nariz chata, centrando el paisaje de dos mejillas encendidas...
Él no respondió.
-¿Necesito un castillo?-aventuró la mujer.
Él no respondió.

-¿Necesito un príncipe?-insistió ella.
Él no respondió.
-¿Necesito un tesoro?

Él no respondió. No sabía qué responder.
Los ojos de la mujer se empañaron. En ese instante, el joven tan solo vio sus ojos...

-No necesita nada de eso-terminó diciendo
el muchacho-Un castillo lo puede comprar con dinero, un tesoro son sus ojos, y su príncipe podría serlo incluso yo... Lo que necesita para ser una princesa... es volver a sentirse como una niña...

domingo, 16 de noviembre de 2008

gritos y música


todavía tengo que subir la música
para no escuchar los gritos
ansiosos y absurdos
malumorados, llenos de rabia

todavía tengo que subir la música
bien alta, a todo volumen
notas que me hacen olvidar
otra canción estridente

la música suena fuerte
y la puerta mi barrera
evitando los alaridos
y la mierda que queda fuera

martes, 11 de noviembre de 2008

altanera



presuntuosa y altanera,
se creía luna atrayendo mareas

bucaba la perfección y huía de la mediocridad

apartaba de sí todo aquello que consideraba vulgar

tan segura de un amor hacia ella

que despreció su única oportunidad de ser feliz


y ahora llora, pena y se arrepiente

ahora valora lo que ya ha perdido

ahora llora y no hay vuelta atrás