viernes, 16 de mayo de 2008
las hadas se van
una mañana, o una tarde quizá,
las hadas recogieron sus cosas
y volaron muy lejos, y más allá
no estaban enfadadas, tristes, aburridas, desanimadas ni cansadas...
no habían dejado de amar ni pretendían escapar para no volver más
tan solo querían volar un poco más arriba...
y hacer una travesura
tan solo querían... jugar y ser ellas mismas
algún día regresarán...
ahora... deben empezar a vivir
sábado, 10 de mayo de 2008
ambiciones
pisas cabezas que claman clemencia
desvías tus ojos de los que tienes debajo
escalas montañas repletas de oro
y vistes tu corazón con pieles y adornos
sueñas con un chalet a las afueras
con una sirvienta que te haga la cama
con lujos, con visas, con alhajas
y con un carro con llantas de plata
te vas a casar con acciones de bolsa
no mirarás su amor sino su nómina
de regalo pedirás un cheque en blanco
que gastarás en tus caprichos sin prisa
qué feliz vas a ser en tu casita en la playa
con tus niños mimados en sus colegios de pago
criados por las niñeras que robarán vuestros besos
y que vosotros supliréis con obsequios caros
viajas en el autobús y despiertas de pronto
dos paradas y llegas a tu trabajo...
entra en la fábrica ocho horas y sigue soñando...
desvías tus ojos de los que tienes debajo
escalas montañas repletas de oro
y vistes tu corazón con pieles y adornos
sueñas con un chalet a las afueras
con una sirvienta que te haga la cama
con lujos, con visas, con alhajas
y con un carro con llantas de plata
te vas a casar con acciones de bolsa
no mirarás su amor sino su nómina
de regalo pedirás un cheque en blanco
que gastarás en tus caprichos sin prisa
qué feliz vas a ser en tu casita en la playa
con tus niños mimados en sus colegios de pago
criados por las niñeras que robarán vuestros besos
y que vosotros supliréis con obsequios caros
viajas en el autobús y despiertas de pronto
dos paradas y llegas a tu trabajo...
entra en la fábrica ocho horas y sigue soñando...
cuánto quisiera que soñaras conmigo...
viernes, 9 de mayo de 2008
pérdida
martes, 6 de mayo de 2008
subyugación
Recuerdo cuando tenía una vida. Una vida diferente a la tuya. Una vida que solo me pertenecía a mí.
Ahora estoy condenada a lucir tu yugo, como tú mismo has repetido en más de una ocasión. Me has colocado una cadena invisible, con eslabones fuertes e indestructibles.
Y ahora mi vida gira en torno a ti... Necesito respirar y salir de aquí, romper las cadenas y volver ser yo...
Una vez anhelé ser tú... ahora lo que quiero es volar sola... y sé que tendrás que llorar, y yo me caeré, y me levantaré sola, y tú no estarás, y yo no estaré... y lloraremos en silencio, en la penumbra de nuestra habitación, teñidos por las sombras de la melancolía y la añoranza...
Porque abandonarte es difícil, pero huir de ti, aun amándote... consituye el más profundo dolor...
Clamo al desamor, y éste me desatiende... Clamo al odio, y tampoco responde...
Solo puedo huir... y no mirar atrás...
sábado, 3 de mayo de 2008
el viaje
Dicen que te fuiste un día con tus maletas. Alguien me lo contó. Pero yo nunca me lo creí. Estás aquí, tiñiendo mi atmósfera de azul, poniendo sonido a mi risa, frenando mis lágrimas y cantándome al oído.
Escucho tus pasos tras de mí, te imagino sonriendo y felicitando mis logros. Me dices que me quieres en un susurro veraz y melancólico. Besas mis mejillas y abrazas mi soledad enferma.
Escucho tus pasos tras de mí, sé que estás ahí, aunque jamás torné la cabeza para comprobarlo. Te siento. Estás conmigo. Años de esperanzas y sueños cumplidos. No te eché de menos, no añoré tu compañía.
Ayer estaba muy triste. Desolada. Desesperada. Quería abrazarte y recibir tu consuelo. No me bastaba con imagginarte.
Decidí girar sobre mis talones.
Busqué tus ojos.
Y no los encontré.
Ayer comprendí que sí te habías ido.
Y por primera vez, te odié.
Escucho tus pasos tras de mí, te imagino sonriendo y felicitando mis logros. Me dices que me quieres en un susurro veraz y melancólico. Besas mis mejillas y abrazas mi soledad enferma.
Escucho tus pasos tras de mí, sé que estás ahí, aunque jamás torné la cabeza para comprobarlo. Te siento. Estás conmigo. Años de esperanzas y sueños cumplidos. No te eché de menos, no añoré tu compañía.
Ayer estaba muy triste. Desolada. Desesperada. Quería abrazarte y recibir tu consuelo. No me bastaba con imagginarte.
Decidí girar sobre mis talones.
Busqué tus ojos.
Y no los encontré.
Ayer comprendí que sí te habías ido.
Y por primera vez, te odié.
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