El gélido ambiente envuelve la ciudad y choca contra los cristales
Ventanales convertidos en límite del frío, el viento y la sombra
Nítido marco del escenario que envuelve nuestra nocturnidad lasciva
Que trasforma la ira en deseo, y el rencor en pasión desenfrenada
Hielo abrazando las paredes ardientes de tu pecho y el mío
Para envenenar la oscuridad de la noche con un infierno vivo
Y quemar las entrañas del silencio tornándose en aullidos
Que abrasan la garganta y caen hasta el estómago y más allá
Enredando sus finos hilos en las marañas de la olvidada cordura
Que se cosen en mi seno y se fusionan en tu piel encendida
Membranas que bailan peteneras buscando parejas ocultas
Y cantan con voz aguda anhelando escuchar un voluminoso eco
Cuerpos geométricos persiguiendo una unidad imposible
Que trazan líneas y círculos sobre las costuras de los sueños
Intentando hacerse hueco en el surrealismo del abstracto…
Atravesando un túnel repleto de inquietudes y desafíos
Que lucha contra sí mismo para no dejarse vencer
Se encuentran frente a la zozobra de un beso sonámbulo
Y abatidos, por fin, caen.